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Mermelada de frutos rojos y semillas de chía

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Ya sabemos que el desayuno es la comida más importante del día. Por ello, debemos cuidar mucho los nutrientes que incorporamos para que funcionemos de 10 el resto del día.

Uno de los problemas que tenemos las que somos más “golosas” es elegir algo dulce y, a la vez, saludable…Pues hoy te traemos una de esas opciones que te van a dejar con la boca abierta.

Y es que, esta mermelada sin azúcar de frutos rojos y semillas de chía, además de ser súper sencilla y tener un sabor de diez, está repleta de fibra, omega 3, minerales y antioxidantes, que son esenciales para combatir algunos de los síntomas durante la menopausia.

Todo al rojo

Es cierto que, dentro del mundo de las mermeladas, hay infinidad de opciones de sabores (¡y colores!). Pero, como siempre, buscamos aquella que sea la aliada perfecta para ayudarnos durante esta nueva etapa de nuestra vida.

Y es que los frutos rojos tienen multitud de propiedades que hacen que sean nuestros favoritos a la hora de elaborar esta receta. ¿Por qué? Porque, además de tener un índice glucémico muy bajito, es decir, que casi no incrementa nuestra glucosa en sangre al comerlos, están repletitos de antioxidantes, esenciales para frenar el estrés oxidativo de nuestro organismo, el cual aumenta durante la menopausia.

¿Y qué pasa con los antioxidantes y la temperatura? Si, lamentablemente, les afecta. Por eso, en caso de cocinarlos, tenemos que hacerlo a temperaturas no muy elevadas para no perder sus beneficios.

El poder

De la chía

No contentas con todos los beneficios de los frutos rojos, añadimos a la receta un toque nutritivo extra con las semillas de chía, famosas por ser ricas en antioxidantes, omega-3, fibra, proteínas, vitaminas y minerales.

En definitiva, estas pequeñas, pero poderosas semillas, nos ayudan internamente en procesos que, durante la menopausia, debemos cuidar especialmente, como la regulación de nuestra flora intestinal, nuestro azúcar en sangre o la ralentización de la oxidación celular.

Eso sí, es importante saber que, para poder beneficiarnos de todos sus nutrientes, tenemos que romper su película externa. Es decir, tenemos que “activar las semillas”. ¿Cómo lo conseguimos? Muy sencillo. Moliéndolas, tostándolas o hidratándolas (que es lo que hemos hecho en la receta).

No dudes en probar esta receta para tus desayunos o meriendas. No solo porque está deliciosa, sino también para hacerlos más nutritivos y así aprovecharte de todos sus beneficios, que nos vienen de perlas durante esta etapa de cambios.

¿Tienes alguna duda? No te preocupes. Como siempre, nuestro equipo está a tu disposición para aclararte lo que necesites.