Falta de concentración

Tal y como si fuera un músculo, ejercíta tu cerebro con juegos mentales como un crucigrama, sudoku o alguna aplicación con ejercicios diarios. Hacer esto regularmente fortalecerá las conexiones neuronales y mejorarán tus niveles de concentración y memoria.

Trata de acostarte y despertarte a la misma hora todos los días. Evita las pantallas de la computadora, la televisión o el celular al menos dos horas antes de intentar quedarte dormida ya que la luz azul que emiten engaña a tu cerebro para que piense que es de día. Los remedios naturales como la valeriana también pueden ayudarte a que la noche sea más tranquila. La depresión y/o los trastornos del sueño (como la apnea del sueño) pueden socavar tu capacidad de concentración. Trata de dormir entre 7 y 8 horas cada noche.

Sal a caminar para despejar tu mente, toma un baño largo o prueba un tutorial de yoga porque el estrés puede interrumpir la concentración. O, tómate un descanso de 10-15 minutos de la tarea que estés haciendo para estimular la concentración los siguientes 40 minutos.

Algunos medicamentos, especialmente los anticolinérgicos (como los tratamientos para la incontinencia, la depresión o las alergias), pueden disminuir la velocidad de procesamiento y su capacidad para pensar con claridad.

Consumir demasiado alcohol perjudica el pensamiento y provoca la interrupción del sueño que afecta la concentración. Se recomienda hacer 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico, como caminar a paso ligero.