Cuando se deja de engordar en la menopausia | Síntomas de la Menopausia | Womanhood

Aumento de peso

Se debe a muchas razones. Con la pérdida de estrógenos, perdemos masa muscular y acumulamos más grasa que es metabólicamente menos activa que el músculo. Eso quiere decir que incluso consumiendo las mismas calorías y siguiendo la misma rutina de ejercicios, es probable que subamos de peso porque la pérdida de masa muscular disminuye la velocidad a la que tu cuerpo utiliza las calorías (metabolismo).

Los niveles bajos de estrógeno causan una redistribución de la grasa de los muslos hacia la cintura y el área abdominal. Por eso la forma de tu cuerpo puede cambiar aunque tu peso permanezca igual.

El 50% de las mujeres que pasaron por la menopausia informan haber subido de peso.

El metabolismo es el proceso por el cual el cuerpo convierte los alimentos en energía. Durante la menopausia, los cambios hormonales afectan el metabolismo y hacen que se vuelva más lento. Por eso es más fácil que las mujeres puedan subir de peso (particularmente alrededor de la cintura) y es más difícil bajarlo. El ejercicio acelera el metabolismo. Trata de hacer 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio de alta intensidad cada semana. Pueden ser entrenamientos de resistencia con pesas o bandas.
* Incorpora proteínas magras como pollo, pavo, pescado, legumbres y tofu para ayudar a mantener la masa muscular y estimular el metabolismo.
* Elige granos integrales como la quinoa, arroz integral y pan de trigo integral en lugar de los granos refinados para aumentar la ingesta de fibra y promover la sensación de saciedad.
* Vuelve tu plato colorido todos los días con frutas y verduras de colores, bajos en calorías y altos en fibra.
* Agrega poca cantidad de nueces y semillas en algún momento de tu día (por ejemplo, a media mañana). Son una buena fuente de grasas saludables, proteínas y fibra. Sin embargo, también son altos en calorías, por lo que es importante consumirlos con moderación.
* Elige productos lácteos bajos en grasa como leche, yogur y queso para obtener calcio y vitamina D, que ayudan a mantener la salud de los huesos que son los que soportan nuestro peso.
* Evita las comidas procesadas, fritas y saturadas en grasas trans como el queso y la mantequilla. También evita las bebidas azucaradas como los refrescos y el alcohol.
Beber agua antes de las comidas puede ayudarte a sentirte más llena y a comer menos. También reduce la ingesta de calorías y puede ayudarte a eliminar las toxinas del cuerpo, lo que mejora la digestión y la aceleración del metabolismo. Además, mantenerte hidratada previene la retención de agua y la hinchazón.
El cortisol es la hormona del estrés. Puede aumentar el apetito, especialmente los antojos por alimentos altos en calorías y carbohidratos. Como resultado, tendemos a comer en exceso. También puede promover el almacenamiento de grasa, particularmente en el área abdominal, incrementando el riesgo de problemas como diabetes y enfermedades cardíacas. Reduce la masa muscular y el metabolismo, volviendo más difícil el quemar calorías y por supuesto el bajar de peso. Realizar actividades al aire libre puede ayudar a bajar el estrés.
La falta de sueño afecta la sensibilidad de la insulina y aumenta los antojos de alimentos altamente calóricos que contribuyen al aumento de peso.
La Terapia de Remplazo Hormonal (TRH) puede ser una opción para ayudar a controlar los síntomas de la menopausia. Pregúntale a tu médico si recomienda este tratamiento para ti.